Los pies son esos compañeros infatigables que se pliegan sin queja a nuestras idas y venidas. Cuidamos de ellos y los mimamos para que sigan seduciendo en cada momento de nuestra vida. Embellecemos sus uñas, tratamos las cutículas, alisamos durezas y callosidades, exfoliamos, nutrimos y masajeamos. Para cada momento y necesidad, te proponemos una amplia gama de pedicuras de las que podrás disfrutar en nuestros salones de Zaragoza.
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Pedicura
Te gustará si… además de cuidar tu aspecto, disfrutas con los tratamientos naturales. Este servicio incluye un baño de pies, dar a las uñas forma, tratamiento de la cutícula, eliminación de las durezas, masaje hidratante de pantorrillas y de pies y esmaltado.
Imprescindible para… mantener los pies impecables, libres de durezas, conviene hacerla al menos una vez cada tres semanas.
Consejo: más allá de la cuestión estética, una pedicura periódica ayuda a prevenir problemas futuros, como durezas y cayos dolorosos o endurecimiento y amarilleo de las uñas, entre otros.
Todo un ritual de belleza fuera del tiempo, de los problemas y de las tensiones que ocupan nuestra mente, esta pedicura te ayudará a evadirte y ver la vida de una forma más agradable.
Consiste en… un baño de pies relajante, un tratamiento de exfoliación, dar forma a las uñas, tratamiento de las cutículas, eliminación de durezas, aplicación de mascarilla rejuvenecedora, hidratación con masaje relajante y, como toque final, el esmalte de uñas.
¿Qué es? Esmalte que se seca en dos minutos y se mantiene brillante hasta dos semanas. Además de proteger y ser suave con las uñas.
¿Qué incluye? Este servicio incluye un baño de pies, dar a las uñas forma, tratamiento de la cutícula, eliminación de las durezas, masaje hidratante de pantorrillas y de pies y esmaltado permanente del color que elijas.
¿Cuándo lo necesito? Es la primera opción para muchas en sus pedicuras durante el buen tiempo (resiste mejor que un esmalte tradicional la sal y la arena). También es perfecto para aquellos días de invierno en que no tengas tiempo para esperar el secado (¡ni ánimos para salir con chanclas bajo la lluvia!): en apenas dos minutos ya puedes ponerte los zapatos sin preocuparte por el esmalte.