“¿Este lifting tiene algo que ver con la permanente que ya conocemos y se ha hecho desde hace décadas?”
Es lo primero que preguntamos todas. Pues sí, pero poco. El lifting de pestañas es un recuerdo de aquella permanente, pero sólo eso. Ha mejorado de forma y de fondo (los productos son mejores y el resultado, también). Es una nueva técnica. Con la permanente, las pestañas se rizaban con un tubito o rulo que hacía la curvatura demasiado pronunciada y se doblaba tanto que podían parecer más cortas.
Con el lifting, la idea es darles forma alisando y levantando cada una de ellas suavemente desde la base. Y eso es lo que las hace parecer más largas.
El proceso no es nada molesto. Dura una hora aproximadamente.
Primero se protegen las pestañas de abajo y se coloca una almohadilla de silicona en el párpado superior.
A continuación, se fija la pestaña al molde de silicona con un adhesivo especial levantándola desde la raíz con un utensilio que las separa, y después se aplica un primer gel, de color rosa, que es el que la curva y eleva.
Con el siguiente gel, azul, se consigue fijar el paso anterior.
Para terminar, aplicaremos el ultimo gel, el transparente, para acondicionar la pestaña y despegar suavemente el molde de silicona.
El efecto dura unas 5-8 semanas dependiendo de cada persona y se puede repetir sin problema porque es un tratamiento muy suave que no daña las pestañas naturales.
(Precio del servicio, lifting + tinte de pestañas 49€)